Mi primer contacto con la Cuba de los cubanos

En la casa de un cubano del pueblo

Mi amigo Fredy llevaba mucho tiempo diciéndome que hasta que no estuviese en la casa de un cubano del pueblo no sabría realmente nada de Cuba. (*) Y tanto insistía que un buen día accedí a acompañarle a su casa.
Realmente Fredy no era un cubano del pueblo (contexto: bautizo-de-palmiche) porque era el director de un importante departamento de una corporación mixta cubano mexicana y los mexicanos ya sabemos que tienen sus propios métodos para manejar al personal. Además su esposa también era directora de otra corporación mixta cubano canadiense. Ellos vivían por Boyeros en un apartamento de 40 metros cuadrados -muy cuco por cierto, se notaba la mano de una arquitecto-decoradora muy femenina, la esposa en aquel momento de mi amigo- en un bloque de cinco alturas en un cuarto piso sin ascensor. El bloque se notaba que también estaba viviendo el famoso "periodo especial" por sus faltas de cuidados de los más básicos: pintura, cristales rotos, cerraduras inservibles y un largo etc que saltaba a primera vista.

algo similar a esta imagen guarda mi retina
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Vamos "pa la casa"...

Tanto me insistió Fredy que me armé de valor -en los hoteles te aconsejaban/asustaban no hacer nunca lo que yo iba a hacer- y nos fuimos "pa la casa", o sea que nos fuimos a su casa. Botella de añejo en ristre y mal se tenían que poner las cosas para no triunfar en mi primera visita a un hogar cubano. 
Una vez que llegamos a casa de mi amigo me preguntó si sabía que eran los tostones a lo que le contesté, si claro los cerditos pequeños de los que se comen hasta los huesos asados o cochifritos. Me estaba sirviendo el primer trago de añejo y partiéndose de risa y yo le miraba como diciendo ya se le subió a la cabeza el primer trago de añejo. "No hombre en Cuba los tostones son los plátanos macho verdes cortados en rodajas y fritos". Después de una primera pasada por la sartén se aplastan un poco y se vuelven a meter a la sartén para dorarlos y servirlos.
Comenzó mi amigo a preparar las rodajas de plátano macho, los aplastó y los metió a la sartén y aquello no funcionó por más que la botella de añejo cayó y luego una de vino. Problema: el hilito de fuego que daba aquel gas no conseguía que la sartén se calentase. Al final mi amigo se dió por vencido y me dijo "pal carajo" eso quería decir en cubano que se daba por vencido. 
Nos volvimos al Commodo, llamamos a su esposa y disfrutamos de una cena "cristiana", no cubana.
Yo ya estaba en casa o sea que no me preocupaba un trago más o menos pero mis amigos tenían que volver a Boyeros a su nidito de amor. Fredy era un muy buen conductor hasta con un montón de tragos por lo que cuando me sugirió llevarse mi coche alquilado a lo que le dije que allí estaba. Lo cierto es que estaba rigurosamente prohibido por las agencias de alquiler de carros lo que estábamos haciendo pero yo confiaba en mi amigo.
A la mañana siguiente me llamó todo preocupado porque, aunque su bloque era seguro según me dijo la noche anterior, el carrito se había quedado sin dos ruedas y sin una puerta.


(*) FRASES MORTALES DEL CHE 
1962, en La Habana, siendo ministro de Industria: "Puedo decir que no conozco no solamente un cabaret, ni un cine, ni una playa, es que no conozco una casa de La Habana, no sé cómo vive el pueblo de Cuba... he considerado a la gente como soldados de una guerra encarnizada que había que ganar"



Mañana más...







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