Ladillas, sida, asma y demás circunstancias del jineteo



 Las carencias de la isla eran y a día de hoy siguen siendo tan grandes que ni siquiera los mejores hoteles de la isla tenían las condiciones higiénicas necesarias de un gran hotel. Los hoteles cobraban caro pero las ganancias y a veces los ingresos iban a parar a las necesitadas arcas del estado.

Las ladillas aparecían en las sabanas de un hotel de super lujo aunque la bebida del mini bar se pagase al precio de los mejores hoteles del resto del mundo.

Si viajas a la Isla Grande del Caribe y te das un paseo, como es de rigor, por el Malecón de La Habana no hace falta ser muy observador para ver que cantidad de gente de la que a diario pasea tomando la rica brisa del mar se rascan la zona púbica con más o menos disimulo. Eso es síntoma clarísimo de que son portadores de ladillas en el mejor de los casos. 

El cubano y la cubana es un tipo/a de sangre caliente y muy acostumbrados al aquí te pillo aquí de mato en el campo sexual. No lo piensan dos veces, ni ellos ni ellas. Y no se andan pensando mucho en los efectos secundarios de la libertad sexual tan de andar por Cuba. Podíamos llamarlo "el favor con favor te pago".

Muchos conocidos confirman este comentario añadiendo que "el amor es libre en Cuba", cosa que no es cierto porque conozco a la otra parte de esa sociedad que es totalmente respetuosa en el campo del amor, del sexo y las relaciones de pareja.

Por otro lado el mundo del jineteo nunca sabes donde comienza y donde acaba. Las necesidades y la competencia entre jineteras era tan grande durante el Periodo Especial que resultaba imposible que te contasen sus verdaderas circunstancias personales como sida, asma y otras enfermedades contagiosas y las más comunes derivadas de la falta de higiene.

Mi amigo Ballestas me comentaba un día que su novia, jinetera ella, le había hecho el amor como nunca en la vida se lo habían hecho y había aguantado ella lo que no está en los escritos hasta que el cayó rendido. Justo en ese momento a ella le dio un ataque de asma que ni aplicándose el remedio que siempre llevaba a mano aquel ataque paraba. La muchacha había aguantado su ataque de asma hasta que terminó su trabajo y casi le cuesta un grave disgusto.

Acabo de leer por alguna parte que las ladillas, una especie que ha acompañado a la especie humana desde de tiempos remotos, está en peligro de extinción. Pues les puedo informar de primera mano que si quieren repoblar el mundo de ladillas solo tienen que ir a Cuba y entrar en contacto con algunos cubanos de los muchos que se rascan sus zonas nobles por la calle.


continuará....





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