Vamos a guarachar

Fredy el amigo de Palmiche, el mismo que bautizó a Palmiche en el viaje de Varadero a La Habana, tenía un listín telefónico de bolsillo lleno de contactos de muchachas para guarachar. Fredy era uno de esos tipos cubanos que abusando de su cargo importante en la empresa más grande de Cuba -como quien no quiere la cosa- tenía su listín telefónico repleto de contactos de buenas mozas cubanas. Con él podías abrir la "libretica", así llamaba él a su listín telefínico manual de bolsillo. por la página que se te ocurriera, al azar, y tener plan seguro y nunca ibas a quedar mal, aunque necesitases sabia nueva a diario durante varios años. Y no es una exageración.

Fredy seleccionaba sus contactos a diario en fiestas de la empresa, en exposiciones, en favores, dando botella con su "carrito" de empresa.

Él siempre disponía de carrito nuevo de empresa y gasolina sin límite. Se las ingeniaba para "dar botella" a las buenas mozas que merecían el favor. Descarado como él solo y con suelegancia, educación y buen saber estar, además de sus dotes de don Juan, bien disimuladas siempre, quedaba "de lo más bien". 

A veces utilizaba la técnica de "aquí te pillo, aquí te mato" y otras -dependiendo del momento- post ponía la acción. Era casi tan mujeriego como su suegro de Pinar del Río pero más cuidadoso en sus modales. (ver https://cuba-periodo-especial.blogspot.com/2020/04/nulbis-y-sus-13-novios.html ). 

La segunda parte siempre venía rodada porque las necesidades que imponía el "periodo especial" hacían que todos los cubanos estuvieran necesitados de casi todo. Donde veían posibilidad de llevar algo a la jabita ahí estaban, dispuestos/as a lo que fuese necesario, en el sentido más real del significado de la frase. 

El periodo especial no entraba en la religión de Fredy salvo para sacar partido del mismo. Él era una de esas pocas excepciones, en ese momento de su vida, que vivía por encima del bien y del mal. En su momento pasó necesidades como casi todo el mundo pero esa etapa para él pertenecía al pasado. El paso de la indigencia a su status actual se lo había ganado a pulso y trabajado como un negro siendo blanco. Nadie le había regalado nada. 

Tampoco deja de ser cierto que "de casta le viene al galgo". A sus 19 años Fredy fue embarcado para la Ucrania soviética a estudiar economía, economia de la URSS. En sus tiempos de estudiante soviético se había casado con una belleza ruso-ucraniana de la que tardó cuatro días en divorciarse, muy linda pero un témpano de hielo siberiano. Se casó nuevamente con otra de la misma nacionalidad y volvió a divorciarse antes de volver a la isla una vez acabados sus estudios; la convivencia desgastó el amor. Su rodaje de Don Juan latino lo tenía bien documentado y con el poso que da la experiencia.


(continuará...)


continuará....

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