Comandante Desertor de la Cuba de la Revolución


De comandante de la revolución cubana a secuestrador de un vuelo de comercial en el aeropuerto de La Habana.

Amadeo le contaba a Palmiche cómo y porqué cambió de chaqueta.

Jugarse la vida en Sierra Maestra defendiendo unos ideales tiene muchos peligros, el principal es morir, como es natural. Estábamos rodeados por un enemigo invisible pero a muy poca distancia y muertos de hambre, de sed y con municiones escasas. Esto nos obligaba a entrenar la puntería con el machete; Pasaba un pájaro volando, un conejo, una rata, una hutia, una alimaña y no podías disparar porque el enemigo te tenía cercado y solo necesitaba una señal para acabar con tu vida. La solución era lanzar el machete con precisión y con suerte comías algo ese día.

Todo el peligro y los sacrificios merecieron la pena porque ayudamos como revolucionarios al triunfo de la revolución que comandaba Fidel Castro.

Triunfó la revolución con el esfuerzo de muchos revolucionarios anónimos y otros famosos.

Pasó el tiempo y comenzamos a verle la verdadera cara a la revolución le contaba Amadeo a Palmiche.

Amadeo tenía un buen puesto como "comandante" de un destacamento que se encargaba de los controles aeroportuarios,  tanto de personas como de mercancías en el aeropuerto de La Habana. Pero la paga era muy baja y las necesidades eran casi tan angustiosas como las que pasaron en Sierra Maestra persiguiendo el ideal de la revolución y el  comunismo a la postre. En estas circunstancias la familia le recordaba a menudo la herencia que les esperaba en la Galicia de sus abuelos y esto enfermaba a Amadeo.

Buscó la forma de salir de la isla legalmente con su familia y esto resultaba inviable dado el cargo que se había ganado a pulso en el partido comunista de La Habana del PCC. Su historial militar pesaba mucho. Insistir en su intento de dejar la Isla de la revolución le podía costar, no solo su puesto de privilegio sino tal vez la vida y tenía ejemplos muy cercanos. ¿Qué le pasó a Camilo? ¿Qué le pasó al Ché? ¿y a tantos y tantos opositores anónimos al régimen comunista de Cuba?.

Era misión imposible. 

Todo esto se lo contaba a Palmiche en Madrid mientras le mostraba las cicatrices de las heridas de guerra, pero no solo las de Sierra Maestra. Le mostraba otras heridas más impresionantes que le había regalado la vida. Le mostraba las heridas que le habían hecho los jabalíes en las cacerías en las que participó en España. En estas cacerías luchaba a pecho descubierto contra un jabalí como exhibición con la que se ganaba bien la vida para ir haciendo sus ahorros y pagar a los a los abogados que trataban de conseguir su herencia en Galicia.

A España llegó de ilegal después de recorrer media Asia buscándose la vida como podía en cada lugar por el que iba pasando. Llegó a España desde Pakistán porque el vuelo que secuestró en La Habana solo consiguió desembarcar a los pasajeros secuestrados y al secuestrador -él mismo- en ese país. En ningún otro país le dieron permiso para desembarcar al pasaje bajo sus garantías y condiciones de seguridad.

En cada país que iba dejando atrás, caminando, haciendo botella, subiéndose a trenes en marcha... iba dejando aventuras y desventuras dignas de una novela de ciencia ficción. Imagínate a este guajiro le contaba Amadeo a Palmiche -por entonces compañeros comisionistas en una empresa de publicidad de Madrid, -en la que se dedicaban a buzonear- bajar del avión en Pakistán y que te dejen tirado como una mierda al sol para que te busques la vida, además agradecido de que te perdonen la vida. Y el periplo siguiente: Afganistán, Irán, Irak, Siria, Turquía, Grecia, Italia, Francia y por fin España. Todo esto sin más dólares que los que le regalaron "de motu propio", sin que él se lo exigiera, algunos de los pasajeros secuestrados que se creyeron su historia. La historia que les contó que era una foto fiel de la realidad.

Lo importante para él cuando vió que la revolución de Fidel era un mal sueño, una pesadilla, solamente era viajar a España donde le esperaba una "importante" herencia familiar. 

Su secuestro estaba pensado para volar de La Habana a España. Pero no eligió la línea aérea adecuada. Eligió un vuelo comercial a Europa porque le resultó más fácil "empatarse" con una de las azafatas nórdicas de cabina que le facilitó visitar la aeronave. Secuestró el avión con todo el pasaje ya en sus asientos. 

Amadeo subió al avión armado hasta los dientes y secuestró pasaje y pasajeros empezando por el Capitán. Amadeo conocía sus posibilidades y conocía bien a sus subordinados, a sus jefes y la "burrocracia" cubana. Le montó el escándalo a sus autoridades de la Isla y estas no pudieron hacer otra cosa, bajo la presión internacional, que tras largas y peligrosas negociaciones dejar salir el vuelo de Cuba con dirección hacia Europa. Amadeo sabía que la publicidad negativa del secuestro del avión no convenía a Cuba por razones evidentes.

Europa solo le permitió un aterrizaje de emergencia para repostar y solo Pakistán le permitió aterrizar tras otro repostaje en Siria.

Ahí comenzó su viaje hacia España, que no fue nada fácil para el guajiro guerrillero de Fidel. 

Palmiche le perdió la pista al guajiro secuestrador que se fue a la Galicia natal de sus parientes en busca de la herencia perdida.


(cont...)

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