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Mostrando entradas de junio, 2020

Ruedas de bicicletas, cacerolas y sartenes convertidas en antenas parabólicas

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De todos es bien sabido que la tv de Cuba es un solo canal. En vida de Fidel era la tv de Fidel salvo a la hora de las novelas de la tarde. A estas horas era cuando la mayor parte de cubanos y sobre todo cubanas lo dejaban todo y se ponían frente al televisor a ver las novelas más que nada para tener algo de que hablar con vecinos y amistades.  Un amigo que trabajaba en la compañía telefónica me comentaba que a esa hora el consumo telefónico en la isla se disparaba. Gente que no tenía televisor y no podía acudir a casa de la vecina escuchaban la novela por teléfono, pero no se la perdían por nada del mundo. Pero en esta época -últimos años del siglo pasado- también sucedió algo de lo que ya nadie habla porque la tecnología ha cambiado y también porque el gobierno de la isla actuó: las ruedas de  bicicletas y las bandejas de la comida y viejas cacerolas metálicas o de aluminio se convertían gracias a la tecnología cubana en antenas parabólicas. No había una sola casa en La Habana que no

El milagro de Fidel: los panes y los peces de la URSS

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Fidel Castro: 30 años alimentando a 10 millones de cubanos sin trabajar (*) a cuenta de los soviéticos. La crisis de los misiles (**) soviéticos instalados en Cuba le dieron a Fidel Castro 30 años de "alimentos gratis" para los cubanos. Este hecho está documentado en millones de páginas y no voy yo a ser un documentalista más sino un mero observador de una realidad contrastada.  No dejan muy claro los documentos oficiales cómo terminó y porqué el desmantelamiento de los misiles de la Isla de Cuba por la URSS pero lo cierto es que Fidel Castro cobró su baro -como dicen los cubanos- hasta que la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas desapareció como tal. Fidel enviaba azúcar a la URSS cuando podía ya que las viejas fábricas azucareras con maquinaria americana cada día producían menos y no había repuestos. Las fábricas azucareras tienen un mantenimiento muy caro y continuado, los liquidos azucarados se pegan en las tuberías y las obstruyen y hay que limpiarlas y repararlas

Cuba: una isla fantasma en el Caribe (ficción basada en la realidad)

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Oye, mi hermano, ¿qué fue, qué pasó? Lo que pasó fué que desapareció el país. No lo dijo la televisión ni el Granma pero un buen día todos los cubanos lo supieron -las tumbas comunicantes (*) dieron la noticia- "la puerta de Cuba está abierta y cada cubano puede irse a donde quiera".  La mayor parte de la población -incluido el ejército y "los pinchos"- eligieron la "casa del enemigo" (**) como destino prioritario. Muchos -casi nadie- se lo creía. Se acercaban a aquellas interminables colas, disimulando con una "jabita" en la mano y allí se quedaban esperando al próximo barco o avión, que ya entraba por el puerto o aeropuerto, en una cola interminable de esos medios de transporte que no paraban de llegar, cargar, partir y volver.  Nadie se preocupaba de maletas, como mucho llevaban una jabita, tal era la prisa por salir de aquella cárcel que partían hacia lo desconocido con una mano delante y otra detrás como todo equipaje. Y se fueron todos sin

Mi primer contacto con la Cuba de los cubanos

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En la casa de un cubano del pueblo Mi amigo Fredy llevaba mucho tiempo diciéndome que hasta que no estuviese en la casa de un cubano del pueblo no sabría realmente nada de Cuba. (*) Y tanto insistía que un buen día accedí a acompañarle a su casa. Realmente Fredy no era un cubano del pueblo (contexto:  bautizo-de-palmiche ) porque era el director de un importante departamento de una corporación mixta cubano mexicana y los mexicanos ya sabemos que tienen sus propios métodos para manejar al personal. Además su esposa también era directora de otra corporación mixta cubano canadiense. Ellos vivían por Boyeros en un apartamento de 40 metros cuadrados -muy cuco por cierto, se notaba la mano de una arquitecto-decoradora muy femenina, la esposa en aquel momento de mi amigo- en un bloque de cinco alturas en un cuarto piso sin ascensor. El bloque se notaba que también estaba viviendo el famoso "periodo especial" por sus faltas de cuidados de los más básicos: pintura, cristales rotos, ce